Comentarios a la película Del Revés, de Disney
Buenos días a todos, querría empezar mi primera anotación en este Blog haciendo un comentario sobre la película de Disney, Del Reves. O por lo menos así es la traducción a Inside Out, yo preferiría traducirlo como Hacia Adentro, porque esta es una de las pocas películas que el tema de su guión somos nosotros, las personas, y los mecanismos internos que ocurren para todos en nuestro interior, dentro de nuestras cabezas.
Yo como psicólogo, me parece muy refrescante que de vez en cuando salgan en pantalla películas de este tipo, cuando por lo general nos vemos inundados de géneros de ciencia ficción, de comedia, de tragedia, etc.
Es una película que Disney hace para los niños, aunque el tema es para todos nosotros, niños y adultos. Que los niños lo puedan entender o pensar a su manera estos temas bien complicados de nuestros mecanismos internos, no importa, es una bonita aproximación que le brindamos para explicarle el valor de nuestro mundo interno.
Yo me acuerdo en clase de Desarrollo Humano, o en la asignatura también llamada Evolutiva, que el profesor nos explicaban el comienzo de la vida, en la primera infancia, como un período de gran inmadurez psíquica y biológica, pero con una gran capacidad de plasticidad.
Si recordáis, el comienzo de la película, vemos a Alegria en una especie de habitación oscura, supuestamente dentro de la mente de la niña, que a medida que abría sus ojos “ese cuarto oscuro” se iba iluminando cada vez más. Inmediatamente después de estos primeros fotogramas aparece tristeza, y entre las dos comienza una relación inseparable de lo que yo llamo vida anímica, y ambas interactúan en una esfera luminosa que suponemos que es el primitivo Cuadro de Mando, que será el que gobierne en el futuro el destino de su vida.
Es una manera sencilla, y bastante correcta a mi entender, de explicar lúdicamente la “entrada al mundo” que todos pasamos en un momento de nuestras vidas, y estas emociones Disney prepararán la salida el mundo buscando la adaptación y los cambios pertinentes que sean necesarios superando los riesgos que se cruzan en su camino. Para todo los demás, Disney nos inunda de felicidad.
Es una filmación puramente psicológica a mi entender, y más que una representación antropomórfica de la vida cerebral (como en aquellos dibujitos franceses de los 80: La vida es así, o Érase una vez) aquí se incluye los afectos, el pensar, la fantasía..., y podríamos incluir en el Cuadro de Mando (viniendo ya con el equipamiento de serie) todas las funciones fisiológicas que se llevan a cabo más o menos automáticamente, como el respirar, el control de temperatura, la nutrición, el dormir y el soñar, etc.
Con todo, está dentro del repertorio de capacidades que el recién nacido despliega en su “inactividad alerta”. Sistemas para recibir información, para actuar, para transmitir esa información. Luego tenemos las capacidades, como: ·la percepción, con el equipo psicofisiológico de lo visual, lo auditivo, el tacto, etc.; ·Los reflejos, como son los de
succión, prensión, marcha, raptación, natación, etc. y; ·Las capacidades del llanto, de la sonrisa y de las demás expresiones emocionales.
Hasta aquí podríamos resumir más o menos los contenidos “De dentro” que esta niña tiene, para empezar a funcionar a fuera, en su vida social con sus papás, ami@s y compis del cole. Desde que nace hasta que cumple sus once o doce años, ocurre un cambio importante en su vida interna, no sólo por la mudanza que hace los padres a otro estado (aquí Disney no lo remarca mucho, pero sí que está esto a lo que llamo la “mudanza interior”), a otro pueblo, si no por terminar un período importante de su desarrollo vital que es la infancia, y a pasar a otro período que continúa construyendo la personalidad de los niños, que es: la pubertad, y de ahí la adolescencia.
Estos cambios no se hacen en vacío, si no que comprometen nuestra personalidad, que en la película de Disney se representa con las islas. La niña tenía islas de grandes entidades y conceptos como son la familia, la amistad, la diversión, etc. En psicología, hay un termino que se llama esquemas. Éstos son las experiencias que nos han ido marcando en el desarrollo de nuestra vida, en el caso de la niña, su infancia, y que se organizan en ideas, sentimientos, recuerdos, pensamientos, razonamientos, etc., y que pueden ser modificados o combinados. Ante la crisis de la pubertad, estos esquemas (del período pre-operatorio y de la organización de las operaciones concretas) se hunden literalmente, porque no pueden asimilar los nuevos cambios que la realidad impone (período de las operaciones formales), no sólo por su situación familiar, si no porque pasar de la infancia a la adolescencia es un cambio interno transformador. Sea como fuese, este cambio no puede asimilarse por las grandes discrepancias que resultan inaplicables para los recursos de una niña, de ahí la tristeza, la depresión, las frustraciones. Ante esta debacle, hay un interludio donde advendrá el cambio necesario, y como se vive como una crisis, en la película entran en juego unos afectos que podríamos llamar defensivos, como fueron el Asco, la Ira y el Miedo. Estos afectos, en la ausencia de Alegría y Tristeza, se ponen a defender su mundo ante un cambio inevitable. Pero esta defensa lo que hace es poner más leña al fuego, incrementando las ansiedades, los sentimientos de extrañeza, sentimientos de futilidad, etc.
Suele ocurrir de esta manera en los niños, ya que aún no han podido desarrollar plenamente su capacidad de juicio y raciocinio, de pensar..., y defender lo antiguo es mucho más asequible que entender los cambios físicos, corporales, en los que muchos son bastante abstractos.
Ya para terminar, decir que todo este “drama del crecimiento” se da de una manera normal, donde sí que puedo ver una combinación de alegrías y tristeza que permita tramitar esta transición. Otro cantar sería el aspecto patológico de este proceso, donde la tristeza podría convertirse en depresión (clínica) y el compañero imaginario en aspectos psicóticos maníacos de negación de la realidad. Por suerte, en la película estos procesos intrapsíquicos se van normalizándose, con la ayuda de unos padres que siempre han estado bien con la niña: queriéndola, manteniéndola, ayudándola con todo, y sus propios recursos internos que todo este apoyo en la infancia pudo brindarle para resolver su duelo satisfactoriamente.
David
Norberto Gascón Razé.
Psicólogo en Madrid
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Tel: 636 55 45 62
Email: dnd.gascon@cop.es
Página Web: http://www.psicologaenmadridarganzuela.com
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