La Interconsulta o derivación sanitaria.
La derivación o interconsulta es
el acto de remitir a un paciente mediante un parte interconsulta en coordinación con otro
profesional sanitario, para ofrecerle una atención complementaria. Es frecuente
entre los médicos de cabecera y los médicos especialistas, pero también se
puede establecer con enfermeros, farmacéuticos, fisioterapeutas o lospsicólogos. Se distinguen los siguientes tipos de interconsultas:
- Interconsultas convencionales.
- Interconsulta de valoración.
- Interconsultas con imágenes.
Desde nuestra perspectiva profesional comprendemos la inter-consulta
como la combinación entre el psicólogo que se ocupa en equipo
interdisciplinario con los
profesionales que trabajan en Clínicas, Centros Hospitalarios, etc., y la
demanda del paciente en sus necesidades Sociosanitarias. Nuestra tarea es
hacernos cargo de aquella forma de comportamiento y de orientación
psicoterapéutica con la que lograrán estos profesionales sanitarios un mayor
beneficio para la cura y el progreso del paciente.
Para
ello, tener un mejor conocimiento de los problemas que subyacen a la demanda de
atención sanitaria, va más allá del conocimiento
clínico (que nos informa de las clases de alteraciones que se enfrenta el
paciente), sino también saber mejor cuales son las fuerzas psicoafectivas,
sociales o familiares (y las propias fuerzas internas de que disponga el
paciente) que estén moviendo la salud o la enfermedad del paciente. Así también
las ansiedades nocivas que circulan fuera o dentro de éste, los conflictos de
la parentalidad normal, los trastornos de humor, o los reparos de dudosa
justificación que se emplean en el
ambiente de intervención sanitaria que no favorece el proceso de curación. De esta manera la interconsulta con el
psicólogo puede ser para la medicina (como por ejemplo en el Servicio de
Pediatría, Unidades de Neonatología, etc.) lo mismo que el laboratorio de
fisiología para la medicina interna.
En
atención temprana el apoyo en etapas vitales del recién nacido neonato es
compleja. El Psicólogo Infantil (ahora también llamada psicología perinatal como una subespecialidad o especialidad)
atiende el embarazo y nacimiento de un bebé, sus crisis de desarrollo, los cambios mentales y
afectivos en la mamá y el papá que van a ser padres. Creemos que es muy
importante trabajar muy bien sobre el vínculo entre la madre y su bebé (vínculo con el bebé) para el mejor apoyo
del recién nacido perseverando por sus progresos dentro o fuera de la incubadora. Tenemos en cuenta al padre en este proceso de curación, apoyo afectivo
importantísimo para la madre en el embarazo, el parto y puerperio. Por tanto, aportamos mayores
conocimientos a las familias y al equipo médico para ayudar a superar las
dificultades que pueden aparecer, prestando atención al espacio de intervención en la maternidad.
Nuestra finalidad es ofrecer a éstas y a éstos los recursos psicológicos necesarios para aumentar el bienestar y la mejorar de la vida del
bebé. Todos los recursos con los que cuenten tanto
profesionales como familias van a influir en un mejor éxito de esta transición
al desarrollo normal infantil.
El psicólogo infantil facilita las capacidades
parentales de identificación y la anticipación de las necesidades del bebé.
Detectamos los factores de riesgo (en los padres o en el bebé) para el
desarrollo de un vínculo temprano de calidad. Facilitar la contención de
ansiedades abrumadoras emergentes facilitando una matriz de apoyo para los
padres y el personal involucrado en el espacio de protección del recién nacido
hospitalizado, optimizando el vínculo padres-bebé.
Observamos
que en los equipos asistenciales de hospitales o clínicas hacen un manejo ineficaz
del padecimiento de los enfermos ingresados. La experiencia de la enfermedad y
el dolor que la acompaña una y otra vez se hermanan en la incomprensión de un
malestar que no se entiende. El avance de la ciencia que, sin obstáculos ni
resistencia ninguna potencian el desarrollo tecnológico y la pericia
técnica de los aparatos mecánicos, va proporcionalmente en detrimento de un
adecuado manejo de la experiencia emocional en enfermos jóvenes, niños o
neonatos. Si el paciente se siente incapaz de buscar y encontrar alivio y
evacuación de emociones tóxicas, y los equipos asistenciales son invocados
desde el saber teórico-técnico e instrumental para ayudar a tolerar ese
padecimiento somático y mental, el psicólogo en interconsulta dará respuesta a
las demandas de soporte emocional para el enfermo y para el equipo asistencial
que luchan contra la carga de un tratamiento que se acerca a la impotencia
(dejando el peso del sufrimiento a cargo de la hospitalidad). De esta guisa,
nos acercamos muy sigilosamente a la oportunidad de diálogo y a la producción
de pensamiento capaz de sujetar una explicación para el sinsentido: paráfrasis
de una paradoja. Porque creemos que el recién nacido es un ser humano
capaz de sentir, relacionarse e intervenir en su desarrollo.
Las
instituciones[1]
y sus equipos asistenciales rara veces gozan de una estructura continente
adecuada, cuando la demanda del paciente o la familia (en plural si tenemos en
cuenta la larga jornada laboral de éstos centros) comienzan a presionar los
engranajes del “aparato asistencial”, las ansiedades esperpénticas del escenario
sanitario desbordan al equipo de trabajo disociando aún más lo somático
de lo emocional, en donde lo primero se reorganiza con la técnica, los aparatos
y los sistemas de la ciencia médica, y lo segundo, lo emocional, en la
modalidad de ataque-fuga [2] que distancia aún más los recursos humanos implicados en
dicha asistencia, muchas veces produciendo abandonos por eludir el contacto
emocional, mecanizando las relaciones, rigidizando el sistema de jerarquización
institucional.
Desde
nuestra actitud observadora, desde el respecto y la empatía, entendemos
necesario el apoyo óptimo de los profesionales sanitarios. Sensibilizar,
informar, y contribuir a la formación de los distintos profesionales sanitarios
contribuye a favorecer espacios de reflexión y elaboración sobre el mundo
psicológico del bebé a nivel interactivo y vincular con su entorno más
inmediato. En este sentido, la derivación es hecha desde esa "mesa coja" de una pata por los puntos ciegos que se suceden en el andamiaje asistencial por un imaginario social de la institución sanitaria creadas ex nihilo ya condicionadas en su hacer y en su saber técnico que no contribuyen al crecimiento de la labor en equipo.
David
Norberto Gascón Razé.
Psicólogo en Madrid
Psicólogo en Madrid
Tel: 636 55 45 62
Email: dnd.gascon@cop.es
Página Web: http://www.psicologaenmadridarganzuela.com
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