Resiliencia, Parte II
Resiliencia 2º Parte
En
esta segunda parte me gustaría terminar de pensar sobre este concepto. Como ya
os dije, lo dicho hasta ahora por mis colegas me parece más que bien. No
obstante, a medida que iba escribiendo este artículo, recordaba que en mi formación
habían hablado de un concepto parecido pero con otras palabras, se llamaba: Pulsión de Sanar. Este es un concepto
que descubre un autor que podríamos inscribir de Psiquiatra, aunque hable mucho
de psicología (…y otras materias de humanidades), y que piensa que en la clínica hay unos
procesos mórbidos que son contrarestados por fuerzas curativas que cada persona
ostenta, y cito: «… “Pulsión de sanar
[…] a la cual debemos nuestras curaciones –unida a nuestros auxilios
terapéuticos”[1]».
Luego, al escribir mí libro sobre La cura
por la palabra en la antigua medicina egipcia, en el Epílogo (Una terapia basada
en el sentido común: La sugestión), retomo otra vez este viejo concepto y
lo desarrollo desde la perspectiva médica del antiguo Egipto (de la época
faraónica), y cito: « Los egipcios describían
dicha pulsión como la energía del Ka que el cuerpo vivo posee, esto es,
fuerza de vida o energía vital que es la que desencadena todos los procesos
relacionados con la vida: crecimiento de un niño, cicatrización de una herida,
soldadura de un hueso roto, etc.».[2]
Por
otra parte, buscando en el diccionario de la RAE, aparece una tercera acepción (esto lo
comenté en la primera parte de este artículo) que refiere a la «entereza», que
sería como la fortaleza, la constancia y la firmeza de ánimo… que nos ayuda a
terminar nuestras metas, propósitos o intenciones, como por ejemplo la de
recuperarnos de una enfermedad mental o física. Como vemos aquí también,
tenemos más palabras que nos orientan a una especie de fortaleza interior, que
nos da vigor, determinación, ánimo, espíritu de superación, en definitiva,
resistencia en la salud contra la enfermedad.
Algo que la filosofía estoica ya formulaba al pensar sobre el individuo.
En
fin, en principio me gusta mucho esta convergencia que he podido encontrar
entre lo nuevo, y lo viejo. Entre los diagnósticos y los manuales de
psiquiatría contemporáneos y la “nosografía” del mundo antiguo y su manera de
pensar.
Pero eso sí, marcaría una distinción, si se prefiriere
haría una diferenciación, y es que no me parece que
fuese algo que pertenezca solamente a nuestras fuerzas individuales, porque
recibir ayuda para saber cómo superar las dificultades que nos aparezcan en la
vida forma parte de nuestra sociabilidad fundamental. Más cuando hay problemas
que pertenecen a nuestro mundo interno de difícil visualización, o
contemplación como decían en la época medieval.
Por
último, y como menciono en mí libro, querría terminar este articulo recordando
que la palabra tiene efectos en lo mental y lo psíquico, y también en este
sentido de resiliencia, que además aprovecha «los recursos técnicos de la
physis propia de la palabra humana…». En este Epílogo de La cura por la palabra… concluyo diciendo que la palabra
ayuda a la curación del enfermo, «no por magia», no por una fórmula
verbal determinada (el rito en el antiguo
Egipto); sino que «lo suyo» es que la misma produce una significación en
quien lo escucha, [3] y así, en resumidas cuentas, una modificación en lo mental.
David
Norberto Gascón Razé.
Psicólogo en Madrid
Psicólogo en Madrid
Tel: 636 55 45 62
Email: dnd.gascon@cop.es
Página Web: http://www.psicologaenmadridarganzuela.com
Email: dnd.gascon@cop.es
Página Web: http://www.psicologaenmadridarganzuela.com
32 Conferencia.
Angustia y vida pulsional. Vol. XXII. Ed.
Amorrortu. Pág. 98.
[2] En, Gascón, David N. (2008). Antecedentes
de las psicoterapias: La cura por la palabra en la antigua medicina egipcia. Impreso en Workcenter. Madrid.
p. 167.
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