La ansiedad



La ansiedad

De nuevo, ¡hola a tod@s!

Hoy me gustaría hablaros de la ansiedad. En muchas fuentes científicas se habla de los trastornos de Ansiedad como de los Trastornos de Ansiedad Generalizada. En el Diccionario María Moliner la ansiedad la definen como: «del lat. Anxietas 1. Estado del que ansia 2. Preocupación e impaciencia por algo que ha de ocurrir». Tiene un sentido semejante a la angustia, y se «emplea específicamente en medicina». Luego, si echamos un vistazo a la palabra ansia, nos dice el diccionario lo siguiente: «del lat. Anxia, f. de anxius, angustiado. Malestar físico muy intenso que no consiste «en ningún dolor determinado y se manifiesta principalmente por respiración anhelante». Hay otras acepciones en el diccionario pero estas son las que nos interesan para continuar nuestro artículo.

En psicología este malestar anímico se manifiesta desde una cadena de síntomas como son la presencia frecuente de preocupaciones que parecen ir de un problema a otro. Los problemas pueden involucrar a la familia, a las relaciones interpersonales, al trabajo, al dinero o a la salud, también pueden ser nuestros propios deseos o sueños por realizar.

Otros síntomas podrían ser problemas para concentrarse, fatiga, irritabilidad, problemas para conciliar el sueño (o permanecer dormido), o el sueño que no es reparador ni satisfactorio como el desasosiego al despertarse. También pueden estar presentes otros síntomas físicos como tensión muscular, problemas estomacales, sudoración o dificultad para respirar.
Las causas del trastorno de ansiedad se pueden deber a  unos efectos interactivos psico-afectivos normales como anormales (o patológicos). 

Como habíamos dicho antes hay un tipo de ansiedad que es normal tenerla como por ejemplo cuando hacemos nuestras actividades diarias, cuando sentimos o pensamos, trabajamos o estudiamos. Y ocurre así por el hecho de tener mente y cuerpo,  por tener activo nuestros impulsos e inclinaciones psíquicas, deseo o ilusiones.

De esta manera entenderemos que nuestros sentimientos generan ansiedades y también las producen. Cuando estamos padeciendo una crisis afectiva  podremos sentir ansiedad por fenómenos físicos como psíquicos de cualquier afecto en el que nos encontremos sintiendo placer o malestar o teniendo un deseo o frustración.

También existen ansiedades de tipo físico como tener hambre o sed, ganas de dormir y no poder, el aburrimiento etc.  En definitiva, sentir ya nos predispone a generar ansiedad.
De esta manera, si pensamos estas ansiedades desde lo patológico, como cuando se padece un Trastorno de Personalidad, hallaremos descargas afectivas (reír, llorar, alegría, tristeza) desde nosotros mismos y desde nuestra manera de pensar que las producen.

Ahora bien, pensando en los sentimientos, tanto si son por afectos normales o patológicos, ocurren también a un nivel psicosocial o relacional, típicamente productores de ansiedad, como por ejemplo el peligro de la pérdida del amor o del apoyo, o miedo al abandono, o al castigo, o a la indiferencia. También podemos generar ansiedad por nuestros impulsos agresivos o por nuestros deseos sexuales hacia otra persona, por separarnos o por combinación de sentimientos (por ejemplo, quiero a esta persona y odio a otra persona, o quiero y amo a la misma persona a la vez). 
Una psicoterapia eficaz es aquella que puede ayudarte a entender la relación entre tus pensamientos y sentimientos, entre tus comportamientos y tus síntomas.
Durante la terapia puedes aprender a:
  • Entender y controlar puntos de vista distorsionados de factores estresantes en tu vida como ejemplo entender el comportamiento de otras personas o eventos en la vida.
  • Reconocer los pensamientos que te causan pánico y reemplazarlos por otros para ayudarte a sentirte con mayor control.
  • Manejar el estrés y aprender a relajarse cuando se presenten estos síntomas.
  • Evitar pensar que los problemas menores se transformarán en problemas terribles.
La “producción” de ansiedad es algo natural en todos nosotros y forma parte de nuestro equipo de supervivencia desde que nacemos.
Para terminar me gustaría daros unos consejos prácticos para el día a día y que vienen bien para tener en cuenta. Los consejos son los siguientes:
  • Reducir el consumo de cafeína.
  • Evitar tomar drogas ilícitas.
  • Hacer ejercicio.
  • Dormir 8 horas diarias.
  • Consumir alimentos saludables (dieta mediterránea: frutas, verduras, legumbres, pescado, etc.).
El pronóstico de una persona depende de la gravedad del trastorno. En algunos casos, el trastorno de ansiedad generalizada es crónico y difícil de tratar; sin embargo, la mayoría de los pacientes mejora con medicamentos y/o psicoterapia. Además, cabe la posibilidad de que este trastorno se complique si va acompañado de depresión  o si existe también un problema de consumo de drogas (drogodependencia).

Se recomienda contactar con un profesional si frecuentemente se preocupa, se impacienta o si ve que no puede hacer sus actividades cotidianas como estudiar, trabajar, estar con los amigos, etc.
Es este un buen momento para buscar soluciones a este padecimiento.


David Norberto Gascón Razé. Psicólogo en Madrid 
Tel: 636 55 45 62 
Email: dnd.gascon@cop.es
Página Web: http://www.psicologaenmadridarganzuela.com

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