Las adopciones internacionales



En un artículo anterior vimos los conceptos y las vivencias que giran en torno a la adopción en la relación paterno-filial, del porqué y del cómo a día de hoy esta vía de reciprocidad se abre camino en nuestra Institución Familiar. Si hay algo fundamental que no hemos dicho anteriormente es que actualmente las familias o las personas que deseen adoptar más de una vez están en la disposición de poder hacerlo. Éste es un trámite inicial que se realiza administrativamente, y que consideramos igual de importante que la misma institución se preocupe por el seguimiento “post-adoptivo”  a nivel nacional o internacional.
Como también explique en mi anterior artículo, la familia de la mano de la biología tiene miles y miles de años de patronato, y ya desde los tiempos de las pinturas rupestres de Altamira, el ser humano busca congregarse y reproducirse como parte de los mandamientos de nuestro desarrollo filogenético, muchas veces con el propósito de perpetuarse, y otras para mejorar en el amor y la identificación grupal, colaborar y cooperar en los esfuerzos de la vida…,  siempre cumpliendo algunos de los requerimientos de filiación que ahora entendemos importantes como los que fundamentan las contingencias  biológico, afectivo y legal. Así por lo menos está establecida en nuestros tiempos la filiación. También hemos dicho anteriormente, que ésta posee desde el marco legal derechos y obligaciones, iguales tanto para una familia biológica como para una familia en adopción.
Por otra parte, ya metidos dentro del “proceso familiar”, dentro del proceso de adopción, hay unas pautas a seguir que a nuestro entender construye el día a día de cualquier construcción familiar, nos estamos refiriendo a la crianza y a la educación, porque cada individuo a de devenir y ser, y este proceso formativo se construye desde dentro. Y repetimos, esto ha de cumplirse tanto para una familia A como para una familia B (Adoptante/Biológica), y siempre teniendo en cuenta que quién adopte pueda vivir a su hijo como propio, pero sin abrigar excesivas pretensiones posesivas. Esto muy bien puede ser trabajado en las entrevistas, así como cualquier otro cambio de juicios o de prejuicios de lo que podamos creer equivocadamente sobre la dirección de la adopción.
Previamente, en cada entrevista para la adopción es fundamental poder informarnos adecuadamente. Otro punto importante que deberíamos de tener en cuenta es sobre la idoneidad de quién solicita, por lo menos en adopción es una variable a tener en cuenta, ya que la identidad de la familia está aún más marcada por las diferencias bio-históricas de los respectivos integrantes familiares.   Con esto nos estamos refiriendo a una capacidad, disposición o aptitud por parte de los padres solicitantes a entender desde un acercamiento real o auténtico de la historia de ese niño, tanto en sus vivencias, experiencias y de qué manera esas diferencias o coincidencias pueden funcionar en el nuevo proyecto de estructuración familiar. Porque considero que todo esto hay que pensarlo, desde este concepto de adopción que formulo, porque estos entendimientos no llega por ciencia infusa, ni por “magia simpatética”, telepatía o ser todo expectativas. Hay que ir trabajando estos encuentros para hallar un manejo adecuado de la facultad de crear una familia, especialmente en el punto que pueda existir sobre el “choque cultural”.

En nuestro artículo anterior citamos una película llamada Lion donde vimos cómo un niño hindú es adoptado por una familia australiana, en un proceso de adopción internacional que parece haber tenido un final feliz. Pero no hemos de quedarnos en las apariencias, ya que la película nos muestra luces y sombras, períodos de mucha dificultad para este niño que se hacía mayor, en parte también por el hermano adoptado como él, que mostraba problemas muy serios en la crianza y que repercutieron negativamente en su familia adoptante. En mi opinión, estas son unas realidades  documentales de esta película que no fueron trabajadas suficientemente bien por parte de las instituciones adoptantes, ni tampoco por parte de esta familia australiana adoptante pudieron prever. Por eso comento la idoneidad, por parte de padres como también por la parte de los hijos, también en el sentido de preguntemos la diferencia entre adoptar uno o dos o tres niños, ya que la estructura familiar puede desorganizarse mucho, hasta llegar a romperse, en parte por estas diferencias bio-históricas de cada niño o niña y porque hay unas enfermedades físicas o mentales insuperables para la familia adoptiva que han de prever, o porque el país o la cultura no encaja con ese niño/a,… a saber.
Algo también a tener en cuenta desde los vínculos emocionales que una familia pueda ser capaz o no de crear en la comunicación verbal o no que haya entre los  hijos o hijo adoptado(s) es tener un lenguaje en común, también en el sentido metafórico del término.  Pues como se puede comprender muy bien en un niño de adopción internacional el idioma juega un papel muy importante. Idioma, cultura, rasgos sociales o comportamiento gregario, etc. dan muestra de las experiencias o costumbres idiosincráticas que han tallado al niño en su devenir de su fortuna. Y hemos de considerar que estos “trámites” tendrán que ocurrir tanto si la familia decida adoptar y seguir el curso de los acontecimientos como si decide dejarse asesorar por nosotros, ya que pretendemos brindar una ayuda a estos niños y a sus padres adoptantes en estos “ajustes a la realidad” de unos entornos distintos y modos de vivir singulares que han de ajustarse o converger lejos de deseos e idealizaciones extremas o imaginarias. Es un proceso a disfrutar salvaguardando las dificultades que nos podríamos encontrar desde los aspectos realistas de nuestras limitaciones.
Un de estas dificultades a las que nos referimos (y cogiendo el mismo ejemplo que citamos con la película de Lion) es la necesidad de poder elaborar por estos niños las experiencias tan distintas que tuvieron a las de su familia de adopción. En el sentido de poder mentalizar esos lugares donde estuvo, tanto como si viene de la India, o de China o ¡imaginemos que viene de un orfanato! No será tan fácil como decirle a ese niño que “abra la nevera, coja lo que quiera y no te preocupes”, por eso creemos que la mentalización que se pueda hacer a la edad que puedan pensarlo es muy importante, y no nos confundamos con la suposición de que estos chicos necesitan un espacio de privacidad en su indagación y reencuentro con sus raíces, ya que la comunicación con su familia y entorno ha de ser ahora y sin postergaciones, para que sus padres tengan en mente a su niño para contenerle y entenderle. 
Tenemos que atender a las demandas que puedan surgir, como por ejemplo esto que estamos diciendo sobre la búsqueda tal y como se muestra en la película mencionada testimonio documental de la experiencia de adopción de un niño hindú, en un momento crucial de su conflicto por el temor de sus orígenes perdidos, crea una constelación de incomprensión y aislamiento en toda su familia (padres, hermanastro y novia) provocando un desenlace de abandono, aislamiento o desamparo por una percepción falsa de evitar el sufrimiento o el posible daño que pueda tener desear tal búsqueda. Pero en fin, son niños que preguntan y que necesitan respuestas, no es un espacio para la privacidad.
Por ello, no podemos dejar de pensar en la idoneidad en adopción sin tener en cuenta algunos de los posibles interrogantes que el destino deparará a una familia adoptante, será un esfuerzo y un trabajo serio que con la ayuda adecuada evitaremos actitudes familiares hoscas de autosuficiencia. Por ello, tener un proyecto adoptivo que mire a favor de la salud mental y el bienestar general de todos los miembros, será siempre acompasado del desbloqueo de los posibles conflictos psicoafectivos inevitables en toda familia (o de la complejidad emocional que implica vivir en familia, en sociedad…, o porque el niño ya lleva un “trauma” encima: cambio de país, de cultura, o pero aún, haber sufrido malos tratos), pero que aquí en la adopción el riesgo se incrementa, quedando aún más desprotegidos.
¡Hemos de prepararnos mentalmente!  




David Norberto Gascón Razé
Psicólogo en Madrid
Teléfono: 636 554 562
E-Mail: dnd.gascon@cop.es
                   Página Web: http://www.psicologaenmadridarganzuela.com



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